Uber y similares han ayudado a salvar vidas.

Uber y similares han ayudado a salvar vidas.

Uber y similares han ayudado a salvar vidas. - uber-app-iphone
Imagen: Victor J. Blue/Bloomberg via Getty Images

No todo son malas noticias con las aplicaciones de transporte privado, especialmente con Uber, pues si bien nos hemos enterado cómo en algunos lugares este tipo de servicios no es aceptado por las autoridadese incluso expulsado –, la adopción entre la gente ha propiciado el descenso de accidentes automovilísticos provocado por conductores ebrios, al menos en Nueva York.

 

Si bien una problemática en los Estados Unidos son las muertes por armas de fuego, los accidentes automovilísticos provocan aún más muertes que las primeras, generando 40 mil muertes en carreteras estadounidenses, 12 por cada 100 mil, lo cual es dos veces más que en el oeste Europa.

 

Es aquí cuando Uber — y similares — entran a juego: si bien en ciertas partes del estado Nueva York la plataforma sigue siendo ilegal, sus servicios habrían ayudado a reducir el número de accidentes automovilísticos entre un 25 y 30 por ciento en aquellos lugares donde opera sin problemas (mayormente en la Ciudad de Nueva York).

 

Para controlar factores no relacionados con el lanzamiento de Uber, como las condiciones climáticas adversas, Jessica Lynn Peck, la encargada de realizar la investigación, compara las tasas de accidentes en cada uno de los cinco distritos de Nueva York con los de los condados donde Uber no estaba presente, eligiendo los que tenían la densidad de población y  la tasa de conducción en estado de ebriedad pre-2011 más similar. Los resultados son los siguientes:

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Gracias al servicio de transporte privado, Manhattan, Brooklyn, Queens y el Bronx — los cuatro barrios con mayor adopción de Uber — han sufrido decrementos en accidentes de coches relacionados con el alcohol. Por contraparte, Staten Island, uno de los lugares de Nueva York donde la adopción fue poca, los números de accidentes no sufrieron un cambio.

 

 

 

 

 

Fuente: Economist.