En Estados Unidos, el presidente Donald Trump no quiere que sus oficinas gubernamentales utilicen la suite de seguridad de Kaspersky, y por ello hoy ya se ha hecho oficial una ley que impide instalar el software de dicha empresa en equipos de cómputo de dichas dependencias.
El motivo por el cual el presidente Trump no quiere ningún rastro de productos Kaspersky en PC para uso gubernamental durante su administración es simplemente por su origen, ya que la empresa tiene su sede en la ciudad de Moscú en Rusia, alegando que los equipos que usan sus programas de protección antimalware “son vulnerables a la influencia del Kremlin”, en referencia a que el gobierno ruso realiza espionaje a los Estados Unidos a través de los productos de la firma, de acuerdo a información de Reuters. La iniciativa había sido ya se había dado a conocer en septiembre, otorgándole 90 días a las agencias del gobierno estadounidense para eliminar los programas desarrollada por la corporación seguridad rusa.
Kaspersky ha pronunciado en diversas ocasiones que no están ligados de ninguna forma al gobierno de Rusia, así como que no lo apoyarían en la realización de prácticas de ciberespionaje; un ejemplo de cómo la empresa ha intentado apaciguar al gobierno estadounidense es una declaración en la cual se mostraban abiertos entregar el código fuente de su software de seguridad así como de futuras actualizaciones que pudiesen lanzar. Luego de que entrara en vigor la nueva norma, Kaspersky Lab dijo tener “serias preocupaciones” sobre ésta “debido a su enfoque geográfico específico para la ciberseguridad”.
Mientras tanto, el jefe oficial de ciberseguridad del Departamento de Seguridad Nacional, el señor Christopher Krebs, señala que los productos antimalware de la compañía moscovita ya han sido removidos de casi todas las agencias gubernamentales. La ley exige que la desinstalación ocurra en computadoras de uso gubernamental conectadas redes civiles y militares.