Hace unos días surgió en Asia un rumor que asegura que Apple se estaría preparando en caso de una posible guerra económica entre China y el próximo gobierno de Donald Trump, el apocalíptico rumor contempla la posibilidad de que Apple construya sus iPhones en Estados Unidos.
En estos momento, parece que la posibilidad de que Apple se mude a su tierra natal es más fuuerte, pues el propio Trump ha ofrecido una serie de beneficios a la empresa con la condición de que ésta cree plantas en los Estados Unidos.
En una reciente entrevista con el New York Times, Trump reveló que hace poco tuvo una conversación telefónica con el CEO de Apple, Tim Cook. Durante la conversación, el magnate aprovechó para tratar de convencer a la firma de Cupertino para que produzcan sus productos en Estados Unidos.
Para convencer a Apple, Trump habría ofrecido recortes de impuestos y le manifestó su deseo de que la empresa construya una o más plantas de producción en el país. Hasta ahora las plantas ubicadas en países como China y Taiwán donde se fabrican los productos de Apple son operadas por empresas como Foxconn y Pegatron.
Analistas han puesto la pregunta sobre la mesa: ¿qué tan conveniente sería para Apple tener sus propias plantas?, debido a ques los componentes de la empresa y toda su operación resulta más económica en el extranjero. Sin embargo, la idea de una batalla política y económica de Estados Unidos con Asia podría obligar a Apple a volver a su país.
Según las declaraciones de Trump al medio, “Recibí una llamada de Tim Cook de Apple”, y le dijo “Tim, sabes que una de las cosas que será un verdadero logro para mí es cuando vea a Apple construir una planta grande en los Estados Unidos, o muchas plantas grandes en los Estados Unidos para hacer sus productos aquí en lugar de ir a China o a Vietnam”.
Finalmente, las palabras de Cook habría sido “lo entiendo”, y seguidamente Trump le dijo: “Creo que vamos a crear los incentivos para usted, y creo que va a hacerlo. Vamos a dar un gran recorte de impuestos para las corporaciones, serás feliz”.
Fuente: New York Times.