Los smartphones son una herramienta sumamente productiva y facilitan la vida en muchas formas. Sin embargo, el uso compulsivo de estos dispositivos puede interferir en el trabajo, la escuela y las relaciones.
Al pasar más tiempo en el teléfono que interactuando con personas reales, estamos hablando de una adicción y puede ser el momento de reevaluar su uso de la tecnología.
La OMS contra el uso prolongado del smartphone
Un médico que trabaja para la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que podría ser beneficioso que los países regulen los dispositivos digitales como los teléfonos inteligentes de manera similar a los productos restringidos por edad y ubicación como los cigarrillos. “Eso sería un buen plan para combatir la creciente preocupación por la adicción a los celulares y las redes sociales”, señaló.
Por otra parte, la doctora Natasha Azzopardi Muscat, directora de la división de Políticas y Sistemas de Salud de los Países de la OMS, dijo durante el Foro Europeo de la Salud al diario El Político que “tal vez necesitemos pensar en dónde es apropiado usar dispositivos digitales, y tal vez también sea hora de comenzar a pensar en lugares donde no se deben usar ciertos dispositivos digitales, al igual que hemos prohibido fumar en ciertas zonas”.
Además, agregó que la evidencia sobre el problema aún debe examinarse antes de tomar cualquier decisión.
“Tenemos que tener cuidado porque tenemos una parte de la población que está reportando un uso problemático, y sabemos que esto eventualmente puede afectar sus resultados educativos, su salud mental y bienestar, su productividad en la fuerza laboral”, dijo Azzopardi Muscat.
¿Cómo están combatiendo la adicción al smartphone en el mundo?
Un estudio reciente de la OMS de casi 280 mil personas de entre 11 y 15 años, mostró que una de cada diez tenía dificultades para gestionar su uso de las redes sociales, e incluía pruebas que mostraban que el ‘comportamiento problemático de los juegos y las redes sociales’ iba en aumento en Europa.
El estudio mencionó como medidas como los límites de edad y los precios controlados, junto con áreas específicas en las que se podrían usar dichos dispositivos, podrían introducirse como formas de ayudar a las personas a administrar el uso de los dispositivos conectados.
En muchos países, está prohibido fumar en espacios interiores, incluidos restaurantes y cafés, y lugares como los aeropuertos tienen áreas dedicadas para fumadores ubicadas en edificios y al aire libre.
Por otra parte, una investigación publicada por el King’s College de Londres en agosto encontró que el 33% de los adolescentes encuestados informaron una condición conocida como Uso Problemático de Teléfonos Inteligentes (PSU). Los encuestados tenían el doble de probabilidades de sufrir ansiedad y tres veces más probabilidades de experimentar depresión que aquellos que no la tenían.
Fabricantes como Human Made Devices (HMD) también han destacado el problema e introdujeron dispositivos diseñados para ayudar a las personas a desintoxicarse digitalmente, junto con un plan para crear teléfonos para adolescentes con la ayuda de los padres a través de The Better Phone Project.