La realidad del Universo supera nuestra imaginación, cuando escuchamos sobre los agujeros negros, resulta un tanto difícil de entender el concepto, de algo que tiene la capacidad de absorber lo que esté a su alcance.
Un agujero negro u hoyo negro es una región finita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella; ante esto, cualquier cosa que se encuentre en contacto con el radio de alcance de un agujero negro, será devorado por dicho hoyo.
Un grupo de astrofísicos de la Universidad de Ginebra, notaron una señal luminosa que provenía de un agujero negro el cual había estado “dormido” por muchos años y “despertó” bastante hambriento, pues absorbió un 10 % de un planeta 15 veces mayor que Júpiter, siendo que Júpiter tiene una masa 318 veces mayor que la de la Tierra, por lo que al absorber una mínima parte del planeta, prácticamente “devoró” el equivalente a una gran cantidad de planetas como el nuestro.
El planeta ubicado en el centro de la Galaxia NGC 4845, cuya masa es 300,000 veces superior a la del Sol y se encuentra situada a 47 millones de años luz de La Vía Láctea, Galaxia en la cual se encuentra nuestro Sistema Solar.
El enorme planeta, fue detectado mientras era parcialmente “devorado” u absorbido por el hoyo negro, el cual tardó tres meses en desviar al planeta de su trayectoria y absorber 10% de su masa total, permaneciendo en órbita lo que quedó del mismo.
Según Marek Nikojuk, de la universidad de Bialystok, en Polonia, y principal autor de un artículo publicado en la revista Astronomy & Astrophysic:
“Fue una observación totalmente inesperada en una galaxia que estuvo tranquila durante por lo menos 20 o 30 años”
El satélite europeo INTEGRAL, con el que también colaboran la NASA y Rusia, hizo posible esta observación.
Fuente: yahoo noticias