Los videojuegos para niños siempre han sido un tema bastante polémico. ¿Generan adicción? ¿Contribuyen al desarrollo cerebral? ¿Son demasiado violentos? Si bien, la mayoría de los padres en la actualidad crecieron jugándolos, el acceso a Internet ha cambiado esta actividad por completo para la nueva generación, la cual puede estar expuesta a contenido inapropiado, robo de información y hasta robo de dinero. Aunque los niños de hoy son nativos digitales, es importante que tanto ellos como sus padres tengan conciencia de que su ciberseguridad no es un juego.
La industria de los videojuegos registra un crecimiento importante en México año tras año. De acuerdo con un informe de mercado de Newzoo, esta industria genera ingresos de 1,600 millones de dólares en México, lo que coloca al país en el primer lugar a nivel América Latina y décimo segundo a nivel mundial. Por otra parte, de acuerdo con un estudio elaborado por la Alianza por la Seguridad en Internet, 87% de los niños y niñas en México juega más de 6 horas semanales.
Videojuegos para niños
Ante este aumento en el uso de videojuegos, los padres deben prestar atención al tiempo que sus hijos pasan jugando y a verificar si el contenido es adecuado para su edad. Además, hoy en día la variedad de dispositivos y tipos de juegos es muy amplia y los riesgos son mucho más diversos, desde la descarga de aplicaciones de juegos gratuitas que pueden contener código malicioso, pasando por las compras no autorizadas dentro de las aplicaciones, hasta el contacto con extraños a través de la interacción en línea.
Según el estudio “Not logging on, but living on” de Kaspersky Lab y B2B International, en un lapso de 12 meses, los niños mexicanos enfrentaron al menos una amenaza en línea, y dos de cada diez accedió a contenido inapropiado (17%) o entró en contacto con virus y programas maliciosos (17%). El estudio también reveló que casi el 20% de los menores en México es adicto al Internet. Sin embargo, solo a la mitad (51%) de los padres mexicanos se preocupa de que sus hijos ven contenido inapropiado o explícito y muchos menos se (43%) preocupan que sus hijos se comuniquen con extraños.
Otro aspecto importante para considerar son las compras en línea dentro de los videojuegos. Y es que resulta que la industria de los juegos de hoy se está centrando cada vez más en el modelo de negocio “jugar ahora, pagar después”. Los juegos se descargan de forma gratuita, pero más tarde un usuario tiene que pagar por varios “extras” virtuales en el juego, como dinero virtual para adquirir vidas, arsenal u otros. Desafortunadamente, hay casos en que un niño puede llegar a gastar cientos o incluso miles de pesos en compras en el juego usando la tarjeta de crédito de sus padres. Adquirir estas compras o ingresar a un link desconocido, también puede ser una trampa que los ciberdelincuentes desarrollan ante la vulnerabilidad de los niños.
“Permitir que los niños usen videojuegos es un tema que se ha discutido desde hace tiempo por las implicaciones que tienen. A esto se suman nuevos riesgos, ahora que la mayoría de los juegos se conectan en línea para interactuar con otros usuarios. Estos van desde el robo de credenciales, hasta compartir información sensible, como su ubicación”, menciona Roberto Martínez, analista senior de seguridad en Kaspersky Lab. “Los padres requieren informarse para ayudar a sus hijos a ser conscientes sobre la interacción cibernética y activar los métodos de protección para mantenerlos seguros mientras están en línea, como lo harían en el mundo real”.
En el marco de este Día del Niño, Kaspersky Lab ofrece tres recomendaciones a los padres de familia para que sus hijos estén protegidos mientras juegan en línea:
- Conoce el juego y su configuración. Muchos videojuegos tienen opciones de jugar en línea con otros jugadores o conectarse a tiendas para comprar herramientas del juego. Incluso, algunos incluyen enlaces para suscribirse a la comunidad del juego y registrar tus puntos. Infórmate si la configuración está delimitada apropiadamente para que los niños puedan jugar sin ningún riesgo.
- Esta presente mientras los niños juegan. Es importante vigilar la pantalla del dispositivo y tener monitoreado lo que está apareciendo durante el juego, tanto por su contenido, como para supervisar la interacción que pueda haber con otros jugadores en línea. Lo ideal es estar al tanto de las invitaciones a conectarse en línea y estar seguros con quien juegan los niños. También es importante concientizarlos sobre la información que pueden y no deben compartir en línea.
- Utiliza herramientas de control parental como Kaspersky Safe Kids, que permiten proteger a los niños de los riesgos en línea. Por ejemplo, administrar el tiempo permitido para hacer uso de sus dispositivos y así evitar que jueguen más tiempo del permitido, así como bloquear el acceso a determinados sitios web.
“Al implementar soluciones como éstas, los padres son participes de la experiencia en línea de sus hijos y pueden tener la tranquilidad de que los menores se están beneficiando de todas las ventajas que ofrece el mundo en línea, en términos de comunicación y aprendizaje, sin sufrir sus peligros”, menciona Martínez.
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