Uber no está pasando por su mejor momento: luego de las acusaciones de acoso y sexismo dentro de la empresa, así como el vídeo que evidencio al CEO de la empresa, Travis Kalanick, discutiendo con un chofer de la plataforma, ahora sale a la luz de que la empresa de transporte privado ha utilizado software para evitar a las autoridades en las ciudades en donde el servicio es considerado ilegal.
El programa en cuestión se llama “Greyball” y utiliza datos recolectados a través de la aplicación de Uber, junto con otras técnicas, para identificar a oficiales que estuviesen intentando pedir el servicio con el fin de multar a los conductores. El método fue aplicado en ciudades como Boston, Las Vegas y París, así como en países como Australia, China y Corea del Sur.
El software en operación en un reportaje del periódico The Oregonian, donde oficiales de la policía de dicha ciudad, que piden viajes para poder abrir un caso contra la empresa, no logran obtener servicio alguno, ya que les son cancelados automáticamente. Al parecer lo que hace Greyball luego de detectar que el usuario es un oficial de policía, es abrir una versión falsa de la app que muestra supuestos autos cercanos e incluso da estimación de tarifa.
Pero, ¿cómo se diferenciaba entre un oficial de policía y un usuario común del servicio? Al llegar a una nueva ciudad, Uber designaba a un gerente general que con ayuda de varias técnicas y software se encargaba de detectar a oficiales. De igual forma se dibujaba un perímetro alrededor de las oficinas de gobierno en un mapa monitoreado constantemente.
También se monitoreaba el uso que los usuarios le daban a la aplicación, específicamente, monitoreaban qué tan frecuente la gente abría y cerraba la aplicación de Uber en su smartphone. Aunado a todo esto se investigaba la información de tarjeta de crédito de los usuarios con el fin de detectar si el plástico estaba vinculado directamente a instituciones policiacas.
Pero no todo acaba ahí: sabiendo que los departamentos de policía de algunas ciudades operan con presupuesto limitado y que para multar a los choferes de Uber utilizarían diversos equipos para crear varias cuentas, Uber mandaba a empleados a las tiendas de electrónicos locales para que registraran los números teléfonicos de los smartphones más económicos para registrarlos en Greyball. Como último recurso, la empresa encargaba a sus subordinados buscar en redes sociales o en internet los datos entregados por los usuarios para usar el servicio; si alguno estaba relacionado con la policía, era reportado en Greyball.
Pero todo sistema tiene fallos, así que si un chofer accidentalmente aceptaba algún viaje pedido por un oficial de policía, Uber le llamaba al chofer para que cancelase el viaje.
Greyball es parte del programa de Violación de Terminos de Servicios (VTOS, Violation of Terms Of Service en inglés) de Uber, que inició operaciones en el año 2014 con la aprobación del equipo legal de la empresa y el cual busca detectar a aquellos usuarios que esten haciendo uso indebido de la aplicación y sus servicios. Actualmente seguiría operando en lugares fuera de los Estados Unidos.
El software y las prácticas realizadas por Uber se dieron a conocer por medio de cuatro personas conformados por empleados y ex empleados de la compañía, quienes entregaron documentos al New York Times de manera anónima, ya que la herramientas y su uso, así como las prácticas son de carácter confidencial.
Fuente: New York Times.