El anime está en todos lados. De unos años para acá, la animación japonesa se ganó el corazón de las audiencias en lo que llaman una nueva segunda edad de oro con series y películas que se han vuelto todo un fenómeno de masas.
Sin embargo, que la industria del anime pueda brindar historias de calidad y con altos valores de producción no es algo sencillo. Al igual que en otros mercados de entretenimiento, el anime también tiene que enfrentar a sus eternos ‘villanos’, principalmente a aquellos relacionados con la ilegalidad, el mal uso de propiedad intelectual y la piratería.
¿Qué pueden hacer los seguidores del anime para contribuir a la causa?
Lo más evidente es adquirir una suscripción a una plataforma de streaming que tenga entre su catálogo licencias oficiales. Por ejemplo, Anime Onegai por ANIMEKA no tiene intermediarios para la adquisición de series, eso le ha permitido hacer doblajes directos del japonés y tener costos accesibles, pero también aporta para que los productores se lleven una parte proporcional de las regalías que sea más justa.
El espectador también puede adquirir merchandising oficial. Algunas televisoras o productoras brindan enlaces en sus páginas oficiales para comprar camisetas, llaveros, DVDs, Blu-rays o peluches. Aunque parece que sólo están disponibles en Japón, gracias al incremento del comercio electrónico ahora es más fácil ordenar estos artículos a través de grandes marketplaces, aunque lamentablemente también hay que tener cuidado de no adquirir artículos no oficiales.
Por otro lado, también existe la opción de apoyar directamente a los creadores de contenido. Los sitios de crowdfunding se convirtieron en una alternativa para que animadores, ilustradores, directores e incluso estudios reciban un sustento. La película En Este Rincón del Mundo (Kono Sekai no Katasumi ni) del director Sunao Katabuchi jamás habría sido estrenada y promocionada sin las donaciones. Cabe mencionar que su estreno internacional fue precisamente en México, y que una segunda ronda de crowdfunding ayudó además que dicho estreno fuera con doblaje latinoamericano y fuera el mismo director quien viniera a México para presentarla en persona.
Para entender la importancia de los consumidores fuera de Japón, de acuerdo al Anime Industry Report 2021 de la Association of Japanese Animations (AJA), el mercado internacional representa el 50% del market share y en 2020 tuvo un crecimiento del 103.2%. Por eso, se puede decir que los fanáticos son esa fuerza aliada que necesita esta industria para continuar mejorando.
No hay edad o barreras para ver anime, prácticamente se disfruta en casi todo el planeta por lo que hay que hacer un esfuerzo extra para que se produzcan nuevas e innovadoras series. Todos pueden aportar de una forma u otra a que los creadores tengan fuentes de ingresos y que haya un acceso universal a nuevas series, porque al final son los fans los que salen ganando.