La tecnología avanza a un ritmo impresionante, cada vez dependemos más de la tecnología para realizar nuestras actividades cotidianas, y muy probablemente en un futuro cercano, dependeremos de ella aun más con la llegada o incorporación de robots en nuestras vidas.
La robótica igual nos sorprende mucho con sus adelantos, tal es el caso de un robot creado por un grupo de expertos de la Universidad de Cornell, en Ithaca (EE.UU), quienes crearon un robot capaz de anticiparse a los movimientos del hombre, es decir, predice lo que va a hacer una persona y con base a eso se anticipa realizando un movimiento; como por ejemplo levantar una cafetera para servirte más café cuando levantas tu taza vacía, o abrir el refrigerador cuando ve que te acercas para guardar algo en el.
Este robot denominado PR2 es capaz de anticiparse a los movimientos humanos mediante un análisis de gestos y acciones del individuo, y responder ofreciendo ayuda en la realización de una determinada tarea. De igual manera incorpora una cámara Kinect 3D y una base de datos de videos en 3D. Mediante esta base de datos y lo que ve a través de Kinect, identifica las actividades que se están realizando, considera los posibles usos que se le dan a los objetos de la escena y determina cómo se pueden utilizar en distintas actividades.
Lo más interesante es que el robot se actualiza constantemente ajustando de mejor manera sus predicciones, conforme interactua más con los humanos. Actualmente realiza predicciones correctas un 82% de las veces.
El profesor de Cornell de la informática y coautor de un nuevo estudio vinculado a la investigación, Ashutosh Saxena
“Extraemos los principios generales de comportamiento de la gente”
“El consumo de café es una gran actividad, pero hay varias partes a la hora de realizarla. El robot construye un “vocabulario” de esas piezas pequeñas o partes que se pueden juntar de diversas maneras, para reconocer una gran variedad de actividades”
Este robot no es un robot comercial, ya que actualmente cuesta aproximadamente 280,000 dólares y fue financiado por la Oficina de Investigación del Ejército de Estados Unidos, la Fundación Sloan Alfred E. y Microsoft.