El gobierno del Reino Unido anunció sus planes de desarrollar un proyecto de carreteras eléctricas, una iniciativa que permitiría a los dueños de autos eléctricos recargar sus baterías con tan solo transitar por estas vías, con lo que podrían viajar largas distancias sin necesidad de detenerse para recargar.
El gobierno utilizará tecnología de transferencia inalámbrica de energía, lo que requiere que los veículos incorporen esta ciencia, así como probar el equipamiento que se instala debajo de la calle para replicar las condiciones que se darían en una autopista.
Las primeras pruebas podrían comenzar a fines de este año y se espera que duren al rededor de 18 meses, éstas permitirán saber con certeza si su uso es viable y seguro para integrarse a las principales carreteras británicas.
Andrew Jones, ministro de Transportes de Reino Unido, indicó que el gobierno destinará 500 millones de libras (cerca de 780 millones de dólares) durante los próximos cinco años “para mantener al Reino Unido a la cabeza de esta tecnología”.
Las autoridades también pretenden instalar puntos de carga cada 30 kilómetros aproximadamente, como parte de la estrategia del gobierno para promover el uso de autos eléctricos. A esto se suma las inversiones hechas para impulsar proyectos de autos autónomos.
La empresa de investigación y asesoramiento TRL ha ganado el contrato ofrecido por la agencia de Transporte de Inglaterra para el estudio de la tecnología inalámbrica y su posibilidad de convertir las carreteras en pequeños cargadores.
La energía que ofrezca esta carretera del futuro podría ir directamente al motor y el resto usarla de las baterías del propio vehículo. Así, el gasto sería menor y se podría aumentar la distancia que podría recorrer un coche eléctrico.
El proyecto contempla que los conductores recibirán en su correo electrónico o por la aplicación la factura con el gasto que hayan realizado con sus vehículos; posiblemente con lectores de matrícula, sensores de presencia con ID propios u similares.
Este tipo de tecnología ya se emplea en Corea del Sur para la recarga de los autobuses eléctricos en algunos tramos parciales que requieren un gran esfuerzo por la pendiente.
Con información de: El Mercurio/GDA/Hipertextual