En la presentación del iPhone X, Apple dio a conocer que este nuevo smartphone estaría disponible hasta el mes de octubre, sin embargo, The Wall Street Journal señala que la producción podría retrasarse aún más debido al pobre rendimiento del sensor 3D que permite las capacidades de reconomiento facial del equipo.
Fuentes directas de la cadena de producción señalan que la culpa del nuevo retraso se debería a un par de componentes que son necesarios para el funcionamiento del sensor 3D que habilita el Face ID: Romeo y Julieta.
Resulta que ha tomado más tiempo ensamblar el componente Romeo que el componente Juliet, la cual ha creado un desbalance en el suministro, generando un cuello de botella en la producción masiva del iPhone X, lo que ha causado que la producción se reduzca a apenas unas decenas de miles de unidades diarias. A estos componentes se les define como un “ying-yang” que permite hacer uso de Face ID para desbloquear el smartphones mediante el escaneo de la cara de los usuarios.
En 9to5Mac comentan que la información recabada por WSJ es confiable, ya que el medio cita a múltiples fuentes que informan de este problema al que se enfrente Apple. También señalan que esto provocaría que todas las pre-órdenes no se fabriquen este año, lo cual causaría que el resto de los dispositivos sean entregados hasta inicios del 2018.