Cuando una gran marca de tecnología como Apple anuncia el lanzamiento de uno de sus productos, para muchas personas este es uno de los acontecimientos del año. Como ya es habitual con cada nuevo lanzamiento, largas colas de gente en todo el mundo esperarán horas o incluso días ante las puertas de las tiendas de la compañía para ser los primeros en comprar el nuevo teléfono y durante el primer fin de semana vendieron millones de unidades. Entre los que son capaces de esperar horas y horas, están los neófilos tecnológicos, personas obsesionados por “comprar lo más nuevo”. Para las marcas este tipo de compradores es un blanco perfecto y un instrumento para medir el éxito o el fracaso de su producto.
“Los neófilos tienen una obsesión enfermiza de adquirir lo que es nuevo, aunque el producto se encuentre en una fase inicial de desarrollo y no sea confiable”, explica la profesora de Economía y Empresas de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Neus Soler. “Son compradores muy fidelizados con la marca que padecen una necesidad constante de cambio” agrega.
Según la profesora Soler, adoptan con rapidez los nuevos productos y producen revuelo mediático porque monitorizan los ciclos de lanzamiento de los nuevos modelos. En realidad, obligan a las marcas a lanzar nuevos dispositivos o aportar mejoras constantes para tener experiencias nuevas. Forman parte de los denominados “buscadores de novedades” o “compradores tempranos” (early adopters) y representan el 16% de los compradores.
Neófilo convencido, éxito asegurado
“Son líderes de opinión e influenciadores tecnológicos, con un espíritu muy crítico que además lo comparten públicamente y eso es lo que marca el éxito del producto“, afirma la especialista de la UOC. Su opinión también se tiene muy en cuenta en las empresas: sirven de probadores, proveen de feedback y hacen sugerencias para mejorar el producto. Según la consultora ACNielsen, identificar a este grupo es un factor clave para la supervivencia de un nuevo producto.
“Su poder de convicción es tan grande que son capaces de convencer a otros tipos de compradores: los que priorizan la potencia, la calidad y la fiabilidad del producto“, explica Soler. Los compradores se concentran en dos grandes grupos: los “compradores posteriores”, que prefieren adquirir el producto pasado un cierto tiempo, y la “mayoría tardía“, clientes con un carácter más conservador y mucha prevención al riesgo, que pospondrán la compra hasta estar completamente seguros de la fiabilidad del producto. Ambos grupos suponen el 68 % del mercado.
Definición del consumidor “Neófilo”
Acostumbran a ser hombres y tienen un nivel socioeconómico alto. “Todos los neófilos son compradores tempranos, pero no todos los early adopters son neófilos”, resalta la experta de la UOC. Algunas de las características que identifican al neófilo tecnológico son las siguientes:
- Prueba el producto y discute sus calidades; suele participar activamente en foros de opinión de marcas y nuevos modelos.
- Consume productos que le aportan una ventaja social o económica en relación con los otros consumidores.
- Busca diferenciarse mediante el consumo y alimentar su status social.
- Tiene interés en postularse como iniciador de tendencias.
- Acepta pagar más por ser el primero; es capaz de pagar un precio más elevado para tener el producto antes.
Los neófílos no saben lo que es tener un aparato antiguo. Pero ¿qué los lleva a esta necesidad de cambio? “El marketing influye en la decisión de compra del consumidor y, al mismo tiempo, le genera nuevas necesidades cuando utiliza los productos”. El consumo aporta “status social” y, por lo tanto, el consumidor exige que las marcas lo cubran asegura la profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).