Japón pondrá en marcha en 2016 un proyecto para el desarrollo de nanofibra de celulosa, un nuevo material elaborado a partir de residuos naturales reciclados y que podría aplicarse en las industrias de la construcción o del automóvil, informaron medios locales.
La nanocelulosa o nanofibra de celulosa es un compuesto extraído a partir de la pulpa de la madera, el arroz u otras plantas, y que se aglutina en fibras cuyo diámetro es de 10 a 20 nanómetros, es decir unas 20.000 veces más estrechas que un cabello humano.
Las fibras se mezclan con resina para aumentar su solidez, y dan lugar a un material de nueva generación cinco veces más resistente que el hierro y con la quinta parte de su peso.
El objetivo es emplear estas nanofibras para producir partes de automóviles o componentes para la construcción, sectores en los que su ligereza y resistencia podrían suponer una ventaja frente a otros materiales.
Además, el proceso de producción de la nanocelulosa no genera gases de efecto invernadero, y su uso en automóviles podría mejorar la eficiencia energética y reducir el uso de combustible.
El proyecto de investigación y desarrollo de este material estará a cargo del Ministerio de Medio Ambiente, contará con 3.800 billones de yenes (30 millones de dólares) a partir de abril de 2016 y se llevará a cabo en colaboración con empresas niponas de diversos sectores.
El Ministerio nipón también apoyará la investigación de nuevos métodos para fabricar nanocelulosa a partir de residuos de madera o de los restos de fibras vegetales desechados en la producción de jugos de frutas o del “sochu”, un licor destilado a partir de varios ingredientes como arroz, cebada y papa.
Con información de EFE/El Espectador Vía: El Comercio