El tema de la tecnología y la educación no es nuevo y en diferentes épocas se ha discutido las formas correctas de integrarlas pues su obsolescencia se adelantan a las discusiones y el tema continua vigente cambiando las aristas de este tema. Hoy día los dispositivos móviles y las aplicaciones disponibles en los mercado se convierten en un punto más a discutir.
Según la información que proporciona AppCircus, tan sólo la App Store ofrece 73,000 aplicaciones que pudieran utilizar los estudiantes, muchas de ellas facilitando el trabajo colaborativo, importante para el desarrollo de los estudiantes en cualquier grado ya que las dinámicas grupales son determinantes en el ámbito laboral.
Trabajar en equipo con las herramientas adecuadas tanto en el trabajo como en la escuela, te ayudan a explorar y explotar tus capacidades pero también existen otras aplicaciones que ayudarán a mantener ordenadas tus ideas, que solucionarán la forma de transmitir el conocimiento, aprender, aprehender y asimilar información, pues muchas de las aplicaciones están diseñadas para dar solución a problemáticas cotidianas.
El compromiso de los profesores ahora será mayor pues no sólo deberá estar actualizado en el uso del Internet o de una computadora para la entrega de trabajos, con las aplicaciones móviles, se enfrenta a situaciones más complejas que van más allá de un ensayo extraído de Wikipedia, dentro del aula los alumnos podrán acceder a datos que bien utilizados servirán para complementar su formación y no sólo como una alternativa fraudulenta. Es un gran compromiso de los profesores, adoptar de manera adecuada la tecnología móvil que incluso, les ayudará a contar con dinámicas atractivas y lúdicas dentro y fuera del aula.
De acuerdo con Ernesto Arroyo, responsable tecnológico de AppCircus, las aplicaciones móviles “han revolucionado la capacidad de aprender de forma cooperativa, ya que cualquier estudiante puede hacer preguntas y consultas a otros alumnos o directamente a expertos en todo momento y en todo el mundo”.
Desde su óptica, las nuevas tecnologías “tienen un potencial enorme, dado que amplían las opciones educativas tanto en casa como en las aulas”. Sin embargo, este nuevo escenario, indica, “requiere que los profesores sean creativos a la hora de emplear las nuevas plataformas en clase y acompañen a los alumnos en el proceso de aprendizaje”.
Para el responsable tecnológico de AppCircus, es importante que los padres “en lugar de preocuparse por el tiempo de utilización del móvil traten de orientar a sus hijos hacia el uso de contenidos formativos”, ya que “existen múltiples aplicaciones educativas, tanto en formato de juegos como herramientas pedagógicas, que pueden contribuir eficazmente a mejorar el rendimiento académico”.
Las alternativas que ofrecen las aplicaciones móviles a los estudiantes van desde apps para gestionar el trabajo, como es el caso de Wunderlist, Homework, Dropbox, GDrive o Study Droid, hasta para tomar apuntes, como Evernote o SimpleNote.
Los estudiantes también pueden contar con apps para crear y editar contenidos, como Pages, Numbers, Keynote o Idea Sketch, para crear pequeños diagramas o flujos de ideas. Asimismo, para compartir información pueden emplear Tweetbot o Edmodo, una red social que facilita la comunicación entre profesores y alumnos.
En el caso de las herramientas para conectarse y comunicarse, los alumnos pueden utilizar
recursos como Skype, Whatsapp o Downcast, que permite la reproducción de podcasts. Por su parte, Kindle, iBooks y Flipboard ofrecen opciones para la lectura en soportes digitales, al tiempo que el aprendizaje de idiomas se ha trasladado a plataformas como Babbel, Voxy o la comunidad social Busuu.
73,000 aplicaciones sólo hablando de la App Stores que es una de las más cuidadosas en la aceptación de aplicaciones en su market, pero en Android y Windows Phone así como los markets alternativos la oferta es mucho mayor y el provecho que estudiantes y profesores pueden obtener también.