Parece que cada nueva generación de la familia Galaxy es más difícil de reparar, o esto es lo que dicen los chicos de iFixit, quienes se encargaron de desmontar el Galaxy S7 para mostrar sus partes y también para ver qué tan factible es reparar el nuevo modelo insignia de la marca coreana.
En el pasado el Galaxy S4 obtuvo una 8 sobre 10 en reparabilidad; sin embargo conforme fueron avanzando las generaciones las calificaciones fueron disminuyendo: el S5 obtuvo un 5/10, el Galaxy S6 un 4/10 y el Galaxy S7 ha obtenido un 3/10, lo cual lo hace uno de los smartphones más difíciles de reparar.
Diversos componentes del equipo están sellados o tienen grandes cantidades de pegamento, como los conectores de auriculares. La pantalla sería uno de los principales componentes que serían muy difíciles de reparar, ya que detrás de ella están los cables que conectan el digitalizador – pieza que hace funcionar el sistema táctil -, los sensores capacitivos y las luces de retroiluminación de estos sensores, así como el conector micro USB y el micrófono.
iFixit señala que el intentar cambiar cualquiera de estos componentes podría hacer que la pantalla del Galaxy S7 falle. La batería sería una parte aún más difícil, ya que es no está pensada para ser reemplazada, por lo cual el proceso de extracción es duro.
Algunos de estos problemas de reparación se relacionarían con la resistencia al agua del equipo, ya que el “exceso” de pegamento sería para evitar el ingreso de líquido a los circuitos.
Con información de 9to5Google.