Tras el impacto de la pandemia en la economía global, todo parece indicar que la cuesta de enero del 2021 será una de las más complicadas que veremos en mucho tiempo: las deudas de fin de año, los respectivos gastos del mes y la incertidumbre que aún se mantiene por los rebrotes de COVID-19, son sin duda la mezcla perfecta para un estado de estrés mental y financiero.
Aunque si bien este período siempre ha sido complicado para nuestros bolsillos, es evidente que en este año será vital replantear nuestros hábitos financieros y en este sentido, la tecnología podría reafirmarse como un buen instrumento que, además de aligerar esta cuesta de enero, nos ayude a crear un sistema sólido de ahorro a corto y mediano plazo: tan solo en 2020, el uso de herramientas como carteras digitales y la adopción de tarjetas cashless, aumentó 35% y 41% respectivamente, debido a su practicidad y velocidad de acuerdo con un estudio de Capgemini.
“La creciente digitalización de servicios financieros ha permitido a las personas aminorar el impacto de esta crisis de distintas formas: desde alternativas más accesibles para realizar pagos o transferencias desde su celular, hasta herramientas que le brindan mayor seguridad y control sobre sus gastos. Por ello, no hay duda en que la tecnología no dejará de ser clave para la recuperación económica del país en este difícil panorama”, señala Cristian Huertas, Country Manager de Bnext, alternativa de servicios financieros con más de 150 mil usuarios en México.
Tecnología financiera
A partir de esta idea, Huertas considera que la digitalización y tecnología financiera actual puede ayudar a las personas a hacer más llevadera su cuesta de enero (y todo el año) a través de 3 formas:
1. Segmentación y control de gastos
La mayor ventaja de la tecnología financiera es sin duda el control absoluto de nuestro dinero. Hoy en día, no solo es posible monitorear cada uno de nuestros movimientos en tiempo real, sino que también nos permite gestionar de forma inteligente nuestro presupuesto desde un smartphone, o acceder a un marketplace financiero con diversas soluciones, como solicitud de préstamos o recargas telefónicas, que nos ayuden a cumplir nuestros objetivos. Así, resulta más fácil segmentar y controlar cada uno de nuestros gastos del mes, incluso podemos domiciliar servicios como agua, luz, teléfono y hasta nuestras cuentas de streaming.
2. Elección de nuevas prioridades
La pandemia ha cambiado muchos de nuestros hábitos de consumo y, con ellos, nuestra perspectiva financiera. Durante estos meses, nos hemos dado cuenta de lo mucho que los nuevos “gastos hormiga” nos alejan de una muy buena pensión o la casa de nuestros sueños. Ante ello, la digitalización financiera hoy ofrece alternativas más asequibles para acceder a servicios que serán indispensables en 2021 como un seguro de vida o de auto e incluso comenzar nuestro historial crediticio; todo ello a través de una sola app gracias a la tecnología móvil.
3. Diversificación de inversiones
Del mismo modo, la digitalización financiera hoy nos ofrece más formas de hacer crecer nuestros ahorros, ya sea a través de fondos de inversión de bajo riesgo, liquidez diaria y sin mínimo de apertura o mediante plataformas de financiamiento colectivo con rendimientos constantes, con lo que podemos diversificar nuestras fuentes de ingreso a largo plazo y en cualquier momento del año ante cualquier eventualidad.
En concreto, la tecnología financiera será esencial para librar la cuesta de enero, ya que los usuarios están descubriendo cada vez más sus ventajas, pues la pandemia no ha hecho más que acelerar la digitalización de nuestros hábitos de consumo, haciéndolos más prácticos, sencillos y con resultados satisfactorios que van más allá del dinero.