Aunque en los últimos años ha habido grandes avances respecto a la equidad de género, aun en 2021 las mujeres siguen encontrando mayores impedimentos que los hombres en el terreno de lo laboral. Hoy, por ejemplo, en emprendimientos fundados desde 2010 en el sector tecnológico solo el 43% de las empresas fundadas por una mujer o por equipos con al menos una mujer entre sus fundadores han obtenido capital, mientras que para las empresas fundadas por hombres es un 53%.
Sin embargo, la crisis generada por la pandemia de Covid-19 ha representado una gran oportunidad para las mujeres, quienes en 2020 incrementaron el tamaño de sus empresas en el sector de la tecnología en comparación a 2019; principalmente, aquellas con presencia en los subsectores de apps, healtech y servicios de tecnología en general. Para poder entender a detalle el nuevo contexto, Endeavor, organización promotora del desarrollo sostenible que impulsa el emprendimiento de alto impacto en los mercados emergentes, en alianza con Mastercard, lanzan el estudio “La brecha de género en el emprendimiento tecnológico en Ciudad de México, Bogotá y Buenos Aires: una tarea pendiente del ecosistema” en el marco del día Internacional de la Mujer.
En este estudio se muestra algunas de las cifras que grafican la actual brecha de género en industrias tecnológicas. Entre ellas, que al menos el 84% de las mujeres encuestadas concuerda en algún grado con que se enfrentan a más dificultades que los hombres en el proceso de emprender, un 40% de ellas ha sido víctima de algún tipo de discriminación, siendo el 97% de los casos temas de género. De acuerdo a las 96 mujeres emprendedoras encuestadas, el obstáculo más grande es el financiamiento, seguido por el equilibrio entre la vida personal y laboral y, la falta de redes de contactos relevantes del ecosistema emprendedor.
El ecosistema, sin embargo, no es del todo desfavorable para las mujeres emprendedoras. Aunque el 77% de las empresas de tecnología son fundadas por hombres, Endeavor descubrió que la proporción de emprendedores que lograron escalar su empresa a 50 o más empleados es muy similar tanto para hombres como para mujeres, lo que sugiere que el ecosistema aún ofrece oportunidades para las emprendedoras.
“Como la realidad lo demuestra y los estudios lo confirman, a través de sus conocimientos, su visión y su desempeño, las mujeres se convierten en factores de progreso y crecimiento económico. No me tienen que creer a mí, sino a las compañías de Fortune 500, que han demostrado que las empresas con los niveles más elevados de diversidad de género en puestos directivos se desempeñan hasta un 35% mejor que aquellas con niveles más bajos.” comenta Laura Cruz, CEO en México Mastercard.
Aunque contar con conocimientos STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) no es determinante para emprender en el sector, sin embargo, un perfil de este tipo dentro del equipo puede marcar la diferencia. Tener un equipo diverso en todos los sentidos permite que las empresas tengan un panorama más amplio del mercado y de su negocio. En este sentido, las entrevistas realizadas por Endeavor muestran que ser profesional en el sector de tecnología podría incrementar la autoconfianza de las mujeres e incentivarlas a emprender en tecnología, así como aumentar su participación en la fuerza laboral. De un análisis de 160 mujeres en el sector se encontró que sólo el 27% tiene un perfil STEM, mientras que el caso de los hombres fue un 53%.
“Esta investigación busca sensibilizar a todo el ecosistema de emprendimiento y replantear el cómo se han hecho las cosas hasta el momento. Igualmente, que más inversionistas -sean del género que sean- puedan apostar cada vez más por empresas encabezadas por mujeres e invita que tomen la decisión de emprender en tecnología. El mensaje que queremos darles a ellas es que emprender y crecer en este sector es posible. Estoy seguro de que el futuro tecnológico de América Latina, es femenino”, señaló Vincent Speranza Director de Endeavor México.
Como parte de sus conclusiones, el estudio destaca que existe una necesidad urgente de generar un ecosistema que permita alcanzar la paridad de género entre los trabajadores y las trabajadoras y el crecimiento de la mujer al interior de las empresas. Por lo que es importante que las organizaciones de apoyo, los inversionistas y los líderes de las empresas presten especial atención a la cultura de sus organizaciones, las políticas internas inclusivas y, las posibilidades de crecimiento y capacitación para sus empleados. Esto además de contribuir a cerrar la brecha de género en general, podría permitir que se incremente cada vez más el número de mujeres en altos cargos, lo que a su vez influiría de manera positiva en su participación en la comunidad de emprendimiento y ayudaría a que más emprendedoras logren escalar sus empresas