Jesse Pinkman sin duda fue uno de los personajes más apreciados dentro de Breaking Bad, y tal como se había anunciado, El Camino nos cuenta la travesía que el “mano derecha” de Walter White, o Heisenberg, luego de huir del complejo neo-nazi en el cual estuvo preso, una pregunta que la mayoría de los fans (si no es que todos) se formularon durante el episodio final de la serie.
Aprovechando un final abierto, Vince Gilligan ha realizado un final digno para Pinkman, a través de una historia sencilla, con una buena dosis de referencias, pero sobre todo que es digna para el personaje interpretado por el actor Aaron Paul.
El Camino, disponible ya en Netflix, sin duda generará nostalgia a más de un espectador, sobre todo por la aparición de personajes que formaron parte importante en Breaking Bad.
Pero tal y como hemos visto en la web, puede que más de uno siento no sienta que está a la nivel de este show televisivo, en parte por una meticulosa narrativa, que en algunos casos se siente un poco forzada para llenar tiempo, pero que al final entendemos que es parte del concepto artístico de Gilligan.
De igual forma es comprensible este desarrollo lento, teniendo en cuenta que todos las intrigas, los enredos y imperio creado por Heinsenberg en Breaking Bad finalmente ha acabado y en su lugar quedan las secuelas.
Sin duda algo que podemos destacar es su cuidada fotografía y también la paleta de colores, que en la serie sirvió para reforzar la trama en muchas ocasiones y que en El Camino no fue la excepción.
En resumidas cuentas, El Camino es una película de una merecida emancipación de Jesse Pinkman y se siente como un agradecimiento para todos aquellos espectadores que han contribuido a que Breaking Bad se haya convertido en una serie de culto y en parte de la cultura pop actual.