Las bibliotecas del siglo XXI replantean su papel en el proceso de aprendizaje

Las bibliotecas del siglo XXI replantean su papel en el proceso de aprendizaje

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La tecnología y cómo hacemos uso de ella ha renovado varios procesos y espacios dedicados a la educación, pues ha cambiado la forma en que los estudiantes se acercan al conocimiento. En ese sentido, las bibliotecas, primordialmente las ubicadas en grandes casas de estudio, tienen como reto adaptarse a las necesidades de aprendizaje del siglo XXI.

El analista y co-creador de la iniciativa Global Database of Events, Language and Tone, Kalev Leetaru, asegura que el acceso gratuito a Internet, así como un foco importante en la realización de eventos y proyectos están transformando a las bibliotecas en centros de comunidad para acercar a las personas en un mundo rico en información. Bajo esta misma línea, expertos de Steelcase, líder mundial en mobiliario que incentiva el desempeño de las personas y equipos, y su departamento WorkSpace Futures, han identificado que más que quedarse obsoletas, las bibliotecas universitarias replantean su rol en el proceso de aprendizaje.

“Las bibliotecas universitarias son un espacio clave fuera del salón de clases donde el conocimiento activo se lleva a cabo. En las aulas, los estudiantes se involucran en un aprendizaje donde los profesores siguen llevando la batuta. En la biblioteca, toman el control mientras descubren, analizan y comparten información; su proceso se vuelve más satisfactorio y sencillo, tanto en lo individual como en lo grupal. Es un gran cambio, ya que pasan de un sitio de lectura y almacenaje a un centro de aprendizaje activo”, explica Elise Valoe, diseñadora senior e investigadora de Steelcase.

El diseño de las bibliotecas modernas necesita considerar los patrones, horarios, ciclos escolares y el ritmo de los estudiantes. Con base en el trabajo conjunto con otras universidades que buscaban renovar sus áreas bibliotecarias, como la Grand Valley State University, en Michigan, los diseñadores identificaron que a lo largo del semestre, y durante un mismo día, hay momentos cruciales para entregas de proyectos o de preparación de presentaciones, por lo que los alumnos se concentran en la biblioteca para trabajar en equipo consultar información, despejarse y estudiar en solitario.

Dados estos hábitos, resulta vital que las bibliotecas universitarias no sólo se centren en el acceso a los recursos, como los libros o los equipos de consulta, sino que consideren cómo se aprovechan mejor los espacios por los usuarios a través del diseño y mobiliario adecuado para cada tarea.

Investigadores y diseñadores de Steelcase consideran que para hacer una biblioteca universitaria relevante en el siglo XXI estos son los puntos esenciales:

  • Espacios que promuevan y permitan el aprendizaje social entre estudiantes y colegas, en pares o en grupos de diferentes tamaños
  • Apoyo al rol de los bibliotecarios como expertos en contenido, tecnología y servicios
  • Optimización del desempeño de los espacios informales, a través de mayor flexibilidad y control de los usuarios
  • Planeación y reconocimiento a todo el espectro de actividades que pueden llevarse a cabo en un biblioteca
  • Inclusión de espacios para la comodidad, concentración y seguridad individual
  • Espacios que mejoren y hagan saber al estudiante cuáles son todos los recursos con los que cuenta, garantizando que tenga acceso a ellos