Así previene la tecnología de los aviones el esparcimiento de COVID-19

Así previene la tecnología de los aviones el esparcimiento de COVID-19

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Ante la paulatina reactivación del turismo en México y el inicio de las vacaciones de verano, algunos viajeros ya se encuentren planeando su próximo viaje, pero hay una duda completamente razonable sobre viajar en estas circunstancias, ¿se puede contraer el virus en un avión?

La realidad es que tanto las aerolíneas, los aeropuertos, las autoridades y otros agentes que intervienen en la experiencia de viajar, han implementado diversos protocolos y medidas que promueven el uso de equipo de protección personal, como mascarillas, caretas faciales, gel antibacterial, entre otros, así como el distanciamiento social en el proceso de abordaje y en el desembarque para mitigar los riesgos de contagio antes, durante y después de viajar en avión.

Sin embargo, los aviones per sé cuentan con un sistema para eliminar patógenos en el aire que respiran los viajeros, ya que su tecnología de filtrado y renovación de aire elimina virus, bacterias y todo tipo de partículas de hasta un tamaño micrónico, es decir, con volumen de milésimas de milímetro. Por ejemplo, una partícula de polvo tiene un tamaño de 10 micrones, un cabello humano tiene un diámetro aproximado de 60-70 micrones y el volumen del virus SARS-Cov-2 es de alrededor de 70-120 micrones, por lo que debido a su tamaño estas partículas no pueden pasar a través de los filtros HEPA que se encargan de limpiar el aire antes de ser suministrado a los pasajeros.

El aire en la cabina de aviones Airbus, como los que opera Viva Aerobus y Volaris, es una mezcla de aire del exterior con aire recirculado del interior, en una proporción de 50% cada uno, que se distribuye y renueva cada dos o tres minutos en todas las áreas del avión, lo que permite una alta tasa de dilución de virus o patógenos en el aire que respiran todos los pasajeros y miembros de las tripulaciones rumbo a sus respectivos destinos.

Es importante destacar que el aire del exterior se captura a nivel de vuelo, a unos 10,000 metros de altura, con temperaturas de -50°C, condiciones de humedad menor a 1% y una muy baja presión, por lo que en este entorno no hay presencia de virus o bacterias. Este aire pasa por un convertidor para eliminar el ozono atmosférico y después es enviado al sistema de aire acondicionado del avión para ser suministrado al interior de la cabina.

Es importante destacar que el suministro del aire se realiza de forma vertical, desde el techo hacia el suelo, a través de muchas entradas y salidas a lo largo de la cabina, creando un patrón de flujo que minimiza la combinación de aire de manera horizontal, lo que evita la propagación de contaminantes o patógenos, como el COVID-19.

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Ahora bien, una vez que el aire llega al suelo para su extracción, éste irá por la borda a través de válvulas de salida de presurización o pasará a través de un filtro de partículas de alta eficiencia (filtros HEPA), que eliminan más del 99.9% de nano y micropartículas para ser mezclado con aire del exterior y realizar el proceso previo a ser suministrado al interior del avión.

Para entender qué tan eficiente es el sistema de ventilación al interior de un avión Airbus, en una oficina el aire se renueva cada 20 minutos, mientras que en los hospitales esto sucede cada 10 minutos.

Todos los aviones de Airbus fabricados desde 1994 están equipados con filtros HEPA para proporcionar el mejor nivel de filtración disponible actualmente para la recirculación del aire en cabina y esta tecnología ha sido respaldada por organizaciones como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), las cuales han concluido que los filtros HEPA tienen una efectividad de eliminación del 99.9% de partículas con un tamaño mayor y menor a 0.3 micrones (0.0003 milímetros) en el aire que se suministra a los pasajeros de un avión.

La reducción de riesgos de esparcimiento de COVID-19 a la hora de viajar es una responsabilidad compartida entre todos los involucrados, tanto aerolíneas, aeropuertos y autoridades en el establecimiento de protocolos de bio seguridad, así como la atención y cumplimiento de las medidas de prevención por parte de los pasajeros.