4 problemas de lectura comunes en niños y adolescentes, y cómo trabajarlos en casa

4 problemas de lectura comunes en niños y adolescentes, y cómo trabajarlos en casa

La lectura es una pieza clave en la educación de los niños y los adolescentes, pues no solo les abre puertas a fuentes de información en el salón de clases, sino que también desarrolla su imaginación e incrementa su vocabulario, entre otros beneficios. Pero, ¿qué pasa si el niño se niega a leer, no comprende al 100% el contenido de un párrafo o confunde las sílabas y las palabras? Los expertos de Smartick, la plataforma de aprendizaje matemático y de lectura online, comparten algunos consejos prácticos para llevar a cabo en casa.

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Inculcar el amor por la lectura desde temprana edad brindará a los niños y adolescentes del hogar una herramienta útil para el futuro. Esperamos que los consejos de Smartick te hayan sido de utilidad y te invitamos a conocer más sobre la plataforma aquí.

  1. El niño lee a buena velocidad, pero no recuerda lo que acaba de leer

Tener una lectura fluida no garantiza la comprensión lectora. Para comprender un texto escrito, además de transformar las letras en sonidos, es necesario realizar un gran número de operaciones cognitivas destinadas a extraer el mensaje del texto. 

Si a tu hijo se le dificulta la comprensión lectora, la recomendación es ejercitarla leyendo fragmentos del texto junto con él y preguntándole al terminar cada uno qué dice el texto o incluso qué opina al respecto. También puede realizar algunos ejercicios de comprensión lectora a través de plataformas educativas en línea como Smartick, que utiliza Inteligencia Artificial para detectar las áreas de lectura que el estudiante necesita repasar. 

  1. El niño no se anima a leer libros sin imágenes o acompañamientos gráficos

No hay una regla matemática que nos diga qué hacer para que el niño inicie la aventura de leer sin imágenes. Muchas veces son los amigos quienes recomiendan nuevos libros o novelas gráficas que terminan enganchándolos, pero también los padres pueden promover libros que se convierten en motores para el inicio de buscar placer en la lectura. 

Lo importante es descubrir aquello que puede llamar la atención del adolescente, sin obligarlo a leer algo que no le interese. En la plataforma leoteca.es, por ejemplo, tanto niños como adolescentes pueden descubrir libros interesantes a través de reseñas escritas por lectores de su edad. 

  1. El niño no quiere leer solo, prefiere que los padres le lean 

Lo ideal en estos casos es utilizar una fase intermedia en la que haya una lectura compartida, es decir, que los padres lean un párrafo del texto y luego él lea otro párrafo, comentando juntos el contenido y verbalizando dónde encuentra las dificultades, que pueden ser muy variadas: de comprensión del vocabulario, de las particularidades sintácticas que posean las oraciones, de la dificultad de realizar ciertas inferencias, etc.

  1. Hay sospechas de que el niño tiene dislexia

Aquí se necesita la opinión de un experto. Una evaluación estandarizada sobre las tareas requeridas por la lectura dará la respuesta a la posibilidad de que un niño padezca dislexia. En general una dificultad en la precisión y velocidad de lectura de palabras y no-palabras, respecto a sus compañeros del aula de edad similar, marcará los primeros indicios de que su hijo pueda estar padeciendo dislexia. 

Antes de asumir cualquier diagnóstico, visiten a un especialista que le administre las pruebas adecuadas para sondear esta posibilidad. Por ejemplo, en español podemos utilizar la prueba Prolexia, que da el porcentaje de riesgo de que un niño padezca problemas de lectura compatibles con la dislexia.