En la primaria estuviste atento a las clases de sobre temas de naturaleza y descubriste la forma en que se reproducen las gallinas y las diferentes especies de pingüinos que viven en el ártico.
Pero hay otro tipo de información sobre el mundo animal que no nos enseñaron enseñarnos en clase, por lo que seguramente te quedaste con la idea errónea de que los toros se ponen agresivos cuando ven el color rojo o que los perros sólo perciben el blanco y negro.
Datos del reino animal
Para que tengas un poco más de información te presentamos 10 datos interesantes que desconocías del mundo animal.
Las avestruces corren, no esconden su cabeza cuando hay peligro
Existe el mito de que los avestruces esconden su cabeza cuando se sienten en peligro, pero la realidad es que como mecanismo de defensa o protección colocan la cabeza y el cuello sobre el suelo para disimular su altura y pasar desapercibidas, si se sienten amenazadas también usan su velocidad para huir.
Los perros ven a color
Los perros no ven en blanco y negro, ellos pueden distinguir los colores pero no de la misma manera en la que lo hacen los humanos. Estos animales tienen la posibilidad de diferenciar entre un tono azul y uno amarillo, pero no pueden hacerlo entre un tono rojo y uno anaranjado.
Los toros no reaccionan al color rojo
Lo que llama la atención de los toros es el movimiento, no el color rojo, de hecho, en el ruedo, cuando el torero se encuentra en aprietos o acorralado por un toro, sus compañeros intentan ayudarle corriendo alrededor del animal para así llamar su atención.
Los camaleones cambian de color según su estado emocional
Se sabe que los camaleones cambian de color para camuflarse y evadir a sus enemigos, este dato no es del todo cierto ya que existen otras razones que los científicos han descubierto, como la temperatura del ambiente o su estado de ánimo. Por ejemplo, si están alertas ante una situación peligrosa o si se ponen agresivos en una batalla ante otro camaleón.
Los elefantes no hacen ruido al caminar
Por su gran tamaño se creería que los elefantes son una de las especies más ruidosas del planea a la hora de caminar, pero esto es un mito. Los pies de los elefantes tienen un diseño tal que sólo apoyan la punta de sus dedos, ya que caminan sobre un tejido duro y grasoso. Este tejido esponjoso absorbe el peso del elefante al grado de permitir que se muevan silenciosamente.
Los topos no son tan ciegos como creíamos
Seguramente recuerdas al Señor Topo, personaje de Los Simpson que se caracterizaba por estar casi ciego. Existe la creencia de que los topos son ciegos, pero no es del todo cierto ya que estos mamíferos pueden ver, aunque su visión si es muy mala, igual que el simpático personaje amarillo. Ellos viven debajo de la tierra, en la más completa oscuridad, por lo que sus características físicas se han adaptado al entorno. Para nada necesitan la vista, así que, mientras cavan a gran velocidad, se guían por el olfato.
Los ratones no aman el queso
Muchos de los ratones más famosos de los dibujos animados aman el queso y para atraparlos, sus enemigos siempre usaban como carnada este rico alimento, pero la realidad es que los ratones odian este alimento. Cualquier exterminador de plagas o dueños de tienda de mascotas sabe que a los ratones no les gusta el queso en absoluto e incluso evitan ciertos tipos, dado que tienen un sentido del olfato muy sensible y determinados quesos emiten olores que son repulsivos para muchos tipos de ratones.
Los peces no son mudos
Científicos de Nueva Zelanda descubrieron que los peces emiten gruñidos, gritos, pitidos y algunos lanzan sonidos similares a ronquidos. En definitiva, generan ruidos gracias a la vibración de la vejiga natatoria, esto para atraer a sus parejas o para intentar ahuyentar a sus depredadores.
El pavo real no es un pavo
El pavo real es una especie de ave galliforme de la familia Phasianidae. Por estar clasificado dentro de las especies de gallinas que existen en el planeta, podríamos decir que en realidad no es un pavo.
Los osos hibernan por el intenso frío del invierno
Se creería que los osos y otros animales hibernan durante el invierno por el intenso frío de su habitad, pero la realidad es que se guardan en sus cuevas durante esa temporada del año debido a la escasez de alimentos.