Hace un año, Microsoft anunció Project Scorpio, el proyecto de su propia superconsola de videojuegos. Un año después, durante el E3 de este 2017, finalmente conocemos al producto de ese trabajo, que llevará el nombre de Xbox One X.
La Xbox One X es proclamada como la consola más potente de la historia, y para ello basta con ver sus características principales: capacidad de procesamiento gráfico de 6 teraflops — con soporte para 4K –, ancho de memoria de banda de 326 GB/s y una memoria RAM de 12 GB GDDR5, que busca maximizar el rendimiento en los juegos.
Las demás características de la consola ya las conocemos, y es por eso que Microsoft decidió centrarse en otras buenas noticias durante su presentación. Vamos a conocerlas:
Retrocompatibilidad con juegos de la Xbox Original
Actualmente, los usuarios de las Xbox One y One S pueden disfrutar de la retrocompatiblidad de juegos creados para la 360. Sin embargo, Microsoft quiere que saques del baúl aquellos títulos creados para la Xbox Original y ha anunciado que la retrocompatibilidad también contemplará a los videjuegos desarrollados para la veterana consola. No se ha dado fecha específica, sólo que llegará “pronto”.
Algunos títulos se actualizarán para sacarle juego a la Xbox One X y otros estarán desarrollados enteramente en 4K
Entre estos están Gears of War 4, Forza Horizon 3, Killer Instintc, Halo Wars 2, Resident Evil 7, y otros 30 títulos más.
Como se había mencionado durante la revelación de las caracerísticas de Project Scorpio, la consola estará pensada enteramente en el 4K, y nada mejor que aprovechar dicha resolución que con títulos pensados exclusivamente para la Xbox One X, entre los que están Forza Motorsport 7, Super Lucky’s Tale, State of Decay 2, Crackdown 3 y Sea of Thieves.
La Xbox One X llegará al mercado el 7 de noviembre, con un precio de 499 dólares.