Hoy en día los niños son cada vez más ágiles en el mundo digital. Sin duda el espacio generacional entre los nativos digitales y sus padres se hace evidente al momento de compartir tiempo en casa, en una época en que las pantallas cada vez son más comunes y accesibles. La realidad es que las tradiciones se adaptan a los cambios y el más claro ejemplo lo tenemos a la vuelta de la esquina.
A medida que se acerca el 25, muchos padres de familia están al pendiente de lo que sucede en el polo norte: Qué juguetes están disponibles, Cómo van sus fechas de entrega y, claro está, sí Santa Claus ya recibió su carta anual con las peticiones decembrinas puntualizadas.

En una época en dónde el correo se ve reducido a recibos de luz, teléfono y uno que otro banco, puede que hayan surgido dudas de los más pequeños a cerca de su comunicación con el Padre de la Navidad ¿Cómo ofrecer prueba de que la carta se ha leído y los deseos están en camino?
Afortunadamente, un grupo de duendes de la tierra del Valle del Silicón y más allá, se ha dado la tarea de ofrecernos algunas aplicaciones bastante útiles para compartir una llamada o mensaje desde el polo norte con nuestros pequeños.
Polo Norte Portátil tiene mágicas llamadas y video mensajes personalizados, Premium y gratuitos, para tus seres queridos, en los que dice su nombre, muestra sus fotos, su ocupación y mucho más. ¡Lo mejor es que descubrirán si han entrado en su lista de los buenos!
De forma similar funcionan Videollamada Santa y Mensaje a Santa Claus, en las que los padres podrán pedirle al viejo Papá Noel que realice una llamad personalizada para sus pequeños.

Santa Tracker también es una gran opción para los usuarios más exigentes que piden prueba de la ubicación en tiempo real y el itinerario de Santa Claus. Una aplicación que además esta diseñada para que los niños puedan usar directamente, siempre y cuando sean mayores de 8 años.
Sin duda la lista de aplicaciones seguirá creciendo a medida que lo hace la de los deseos navideños año con año. Por mientras disfrutemos lo que los duendes del Valle del Silicón nos han ofrecido hasta ahora.