Hemos entrado oficialmente a la década del 5G, una era que estará marcada por una tecnología móvil que aumentará la velocidad de conexión, reducirá la latencia y multiplicará el número de dispositivos conectados.
Si bien se espera que 2027 será el año en el que 5G se convierta en la red dominante y represente 50% de todas las suscripciones móviles (cubriendo al 75% de la población mundial), esta podría superar los mil millones de suscriptores al cierre de este año, demostrando un potencial único que debe aprovecharse desde hoy.
5G es una realidad y no tardará en convertirse en una pieza clave para atender la transformación digital que ha tenido lugar a raíz de la pandemia, dar seguimiento a los capítulos sobre comercio en línea contemplados en el T-MEC, fortalecer negocios preexistentes y de nueva creación, y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 a los que está adscrito nuestro país.
La nueva generación de redes de telefonía móvil aumentará el potencial de soluciones revolucionarias, expandirá la forma en la que se mueven los datos y permitirá una amplia gama de casos de uso que van mucho más allá de lo que hoy hacemos con un smartphone gracias a la capacidad de esta tecnología de proveer conectividad a una gran cantidad de dispositivos.
Por lo tanto, responder a la pregunta de ¿para qué se utilizará 5G? involucra una gran cantidad de sectores que, de contar con una red confiable, podrán multiplicar los beneficios que otorgan a la sociedad en general.
Hoy más que nunca, las alianzas entre operadores y empresas tecnológicas, como la reciente alianza anunciada entre AT&T México e Intel, serán clave para contribuir al desarrollo de un ecosistema 5G que acelere los casos y experiencias de uso que serán impulsados con esta nueva tecnología móvil en el país.
Desde su llegada a México, AT&T ha estado comprometida con poner a disposición de la población una red que es motor de innovación y crecimiento económico. La reducción de precios hasta en un 45.1% desde 2015, haciendo el servicio más accesible, y el aumento en la cobertura, pasando de 89 líneas móviles por cada 100 habitantes en 2015 a 98 al cierre del 2020, son prueba de ello.