Jóvenes empresarios mexicanos desarrollan una planta de biodigestión capaz de generar electricidad con desechos orgánicos en el mercado del Centro de Acopio de Nopal-Verdura del Distrito Federal.
El desarrollo de SUEMA, Sustentabilidad en Energía y Medio Ambiente S.A. DE C.V., es una empresa creada por los Jahir Mojica Hernández, Carlos Apipilhuasco González y Nelly Mejía Rodríguez, quienes diseñaron un sistema de tratamiento de residuos y decidieron implementarlo en el sector del mercado debido a la cantidad de desperdicios que generan.
La planta que se ubicará en Milpa Alta tratará de tres a cinco toneladas de residuos al día, el 95 por ciento de corte de nopal, y un funcionamiento de 24 horas para generar su propia energía e iluminar el mercado. De esta forma se aprovechan los desechos que al mes representan 65 toneladas. La planta de tratamiento también se nutrirá de luz solar.
El tener una planta in situ evitará transportar los desechos hasta el Bordo Poniente donde se procesan, evitando un gasto extra de hasta 640 pesos por tonelada al día. Con la captura de gases nocivos de efecto invernadero se creará energía y se producirá un mejorador de suelo que se entregará parcialmente a los productores de nopal.
El mejorador de suelo, que equivale a una mezcla de nutrientes de hasta 600 kilogramos al día, genera productos de mayor calidad, un hecho atractivo para los comerciantes que les ayudará en el cultivo y comercialización.
“La planta mejorará la competitividad, imagen e incrementará el número de clientes. Se pretende que la gente se interese más en ir al mercado que a una tienda de autoservicio”, mencionó el director general de la empresa, Jahir Mojica.
En una visita de los principales representantes del Centro de Acopio a las instalaciones de una planta piloto de la empresa ubicada en Querétaro, los comerciantes se dieron cuenta que tener un generador de energía en el mercado no representaba malos olores y las medidas de seguridad eran más que adecuadas para evitar accidentes. Estas dos razones evitaban que los ciudadanos permitieran el ingreso de la tecnología. “Ahora la gente ve el proyecto como una modernización de Milpa Alta, pues la planta tiene un alto grado de industrialización”, mencionó Nelly Mejía, directora de Investigación y Desarrollo tecnológico.
“Los mercados públicos son entes de economía para la ciudad y principales centros de abasto para las personas de escasos recursos; sin embargo, se han debilitado ante los grandes consorcios extranjeros, que muchas veces definen el precio de los productos básicos”, destacó Jahir Mojica.
SUEMA decidió tomar el Centro de Acopio de Nopal-Verdura en Milpa Alta como sede de la planta productora de energía natural, debido a que la delegación está en el primer lugar del programa de separación de residuos del Distrito Federal; sin embargo, es la que menos recibe presupuesto para infraestructura. “Los locatarios separan muy bien los residuos, tienen una cultura muy arraigada en este tema”, mencionó Carlos Apipilhuasco, director de Ingeniería.
Lograr que los comerciantes aceptaran la implementación de la tecnología no fue fácil, se necesitó trabajo de meses para resolver las dudas de los productores, quienes pensaban que tener una planta dentro de las instalaciones era peligroso por los gases emitidos por el biodigestor.
Este desarrollo le valió a la empresa SUEMA firmar un convenio con la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal (SECITI) y el gobierno de la delegación de Milpa Alta por 18 meses (construcción y arranque). Al concluir el tiempo acordado se espera hacer una proyección a 20 años y lograr que se implemente en otros mercados de la ciudad de México, como el de la Merced.
Otro de los logros de los empresarios es la construcción de un centro de innovación localizado en la Universidad Autónoma de Querétaro que cuenta con tres áreas de investigación: mejoramiento de suelos, aprovechamiento térmico de energía solar y bioenergía. Se pretende poner en funcionamiento en febrero de 2015.
Agencia ID