La empresa de monitores de actividad física Fitbit esta cada vez más cerca de cerrar la compra de Pebble, la startup que enamoró a muchos con sus relojes inteligentes.
Con la compra, Fitbit está más interesada en hacerse dueña de propiedad intelectual, como el software de los relojes Pebble, las aplicaciones para dichos dispositivos así como sus servicios en la nube; por otra parte esto generaría que ingenieros y testers de la startup fueran despedidos. La información proviene de fuentes que dicidieron hablar para Bloomberg sin ser identificadas.
La compra de Pebble no es inesperada: la empresa se encontraba en una situación tambaleante debido a que sus relojes sufren de bajas ventas en un cada vez más saturado mercado de relojes inteligentes; muestra de los malos resultados financieros en Pebble es el despido de una cuarta parte de su staff este principio de año.
El precio que Fitbit está dispuesto a pagar por Pebble es de aproximadamente 40 millones de dólares, cantidad que, de acuerdo a fuentes anónimas, no alcanzan para cubrir las deudas y demás obligaciones de la compañía. Cabe añadir que el resto de los activos de Pebble — lo cual incluye servidores e inventario de productos — serán vendidos por separado.
Aunque ninguna de las compañías quiso confirmar la compra, el anuncio sería inminente en los próximos días o semanas. Muestra de ellos son las ofertas de trabajo que Fitbit ha enviado al 40 por ciento de la actual plantilla de trabajadores la semana pasada, los cuales en su mayoría son ingenieros, seguido por diseñadores de interfaces; los que de plano no recibieron oferta alguna fueron equipos de trabajo para hardware.