Un grupo de paleontólogos de la Universidad de California descubrieron en la provincia China de Anhui los restos fósiles de un reptil marino conocido como Ictiosaurio, que aseguran debió habitar nuestro Planeta Tierra hace 248 millones de años.
Los ictiosaurios eran una especie extinta de reptiles marinos, que vivieron desde el Triásico Inferior hasta el Cretácico Superior, en lo que hoy es América, Europa y Asia. Eran grandes reptiles marinos con aspecto de pez parecido a los delfines, que evolucionaron a partir de reptiles terrestres. Fueron especialmente abundantes en el período Jurásico, hasta que fueron reemplazados por depredadores acuáticos dominantes en el Cretácico, los plesiosaurios.
Hasta la fecha no se habían encontrado fósiles de ictiosaurios en sus formas más tempranas, sin embargo el profesor Ryosuke Motani cree que los restos fósiles encontrados representan la transición que sufrió el reptil de terrestre a marítimo debido a que presenta características distintivas a los fósiles encontrados de su tipo, tal es el caso de un hocico corto distintivo de los reptiles terrestres, huesos más gruesos y un par de aletas flexibles parecidas a las de las focas, con la cual se cree se desplazaba por la Tierra.
Tal y como afirmó Motani:
“El Cartorhynchus representa una etapa de la transición de la tierra al mar que faltaba en el historial de fósiles del linaje del ictiosaurio, si bien era conocido en la mayoría de estirpes de otros reptiles marinos y mamíferos; el fósil que hallamos es el primero que completa esta brecha en el historial”
La importancia de este descubrimiento radica en el hecho de que es catalogado como el eslabón perdido para conocer la primera evolución de los ictiosaurios, uno de los grupos de reptiles marinos dominantes durante la época de los dinosaurios. Se cree que este animal extinto vivió apenas cuatro millones de años después de la extinción masiva de los dinosaurios, desapareciendo así el 70% de los vertebrados terrestres y el 95 % de las criaturas marinas.
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