La música siempre ha existido con nosotros y pese a que no estamos acostumbrados a darle la importancia que merece, muchas veces la música es la que sigilosamente nos motiva a emprender alguna acción, dar un esfuerzo, recordar momentos o simplemente relajarnos como ningún otro elemento sensorial podría lograr.
El Día del Músico se celebra el 22 de noviembre, pues es la fecha en la que se conmemora a Santa Cecilia, patrona de los músicos. La historia cuenta que esta Santa nació en la ciudad de los Césares, en donde era delito profesar el cristianismo, pese a esto con su voz entonaba himnos a Dios, lo que enfureció al César y fue condenada y ejecutada en el siglo III.
A finales de la Edad Media los pintores del lugar empezaron a representar a Santa Cecilia tocando algún instrumento musical. A estas fechas y como cada año la Escuela de Música de Pollensa celebra el día de Santa Cecilia con una semana cultural, que cada año dedican a un estilo o periodo musical.
Fue en 1594 cuando Santa Cecilia fue nombrada patrona de la música por el Papa Gregorio XIII y desde 1695 se comenzó a celebrar con cierta regularidad en Edimburgo, Escocia y siguieron otros países: Francia, España y Alemania.
En Latinoamérica se siguió con la tradición hasta 1919 y 1920 en Río de Janeiro, Brasil, hasta extenderse al resto de América.