Descubren una antigua ciudad maya que asombra a los arqueólogos en Campeche

Descubren una antigua ciudad maya que asombra a los arqueólogos en Campeche

Un equipo de expertos nacionales y extranjeros descubrieron una antigua ciudad maya que se escondía entre la selva campechana; y como muchos de los vestigios de la cultura descubiertos en nuestro país, fue un extranjero, el arqueólogo Ivan Šprajc, Investigador del Centro de Investigaciones científicas de la Academia Eslovena de ciencias y artes y responsable de la expedición; quien además escogió el nombre de Chactún que significa Piedra Roja o Piedra Grande al maravilloso descubrimiento; comparte créditos con algunos expertos nacionales y extranjeros que acompañan la expedición; entre los que se encuentra Octavio Esparza, arqueólogo y epigrafista de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien registró las estelas y altares del hallazgo que se encuentra en el Sureste de Campeche, el cual, es uno de los sitios más grandes registrados en las Tierras Bajas Centrales de la civilización Maya.

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Se cree que la urbe fue el centro rector de una vasta región hace mil 400 años, entre 600 y 900 d.C

De acuerdo con Šprajc

“Es uno de los sitios más grandes de las Tierras Bajas Centrales, comparable por su extensión y la magnitud de sus edificios con Becán, Nadzcaan y El Palmar, en Campeche”

“Con las fotografías aéreas, examinadas estereoscópicamente, encontramos  muchos rasgos que evidentemente eran vestigios arquitectónicos. A partir de ahí tomamos las coordenadas y el siguiente paso fue localizar los antiguos callejones utilizados por los chicleros y madereros para poder llegar a la zona”

Una de las 3 estelas mejor conservadas de las 19 estelas registradas hasta el momento,  es el motivo del nombre elegido por el Arqueólogo  Esloveno, la Estela a la que denominaron No. 1 y en la cual se menciona que el gobernante K’inich B’ahlam “Clavó la Piedra Roja (o Piedra Grande) en el año 751 después de Cristo”, según la interpretación preliminar realizada por Octavio Esparza Olguín, epigrafista del proyecto; mientras que las estelas 18 y 14 destacan por la epigrafía que aún se observa en buen estado, respecto a las demás.

Lo que es un hecho, es que hasta la fecha existen numerosas cosas que nos sorprenden día a día, y nos hace pensar que aun nos falta mucho por descubrir, del legado que nos han dejado los antepasados.

Visto en: Quo