Luego de la disputa entre la Unión Europea y Google, donde la primera señalaba que la segunda realizaba prácticas monopólicas y que desembocó una multa de 5 mil millones de euros, ahora la firma de Internet ha anunciado que a partir del 29 de este mes todos los fabricantes que hagan uso de Android y distribuyan sus equipos en esta región deberán pagar por el uso de sus aplicaciones.
El reporte de The Verge explica que las empresas que deseen añadir tanto los Servicios de Google Play, como la Play Store y apps complementarias (Gmail, YouTube y demás) tendrán que pasar por caja si desean añadirlas. Este cobro no incluye a Android, por lo cual todo aquel manufacturero que desee utilizarlo para hacer funcionar sus teléfonos o tabletas podrá hacerlo sin problema alguno.
“Los fabricantes de dispositivos tienen tres opciones: hacer un teléfono sin la Play Store o cualquier otra aplicación de Google, crearlo con dicha tienda y todos los servicios de Google pero sin Chrome y búsqueda, o fabricarlo con todas esas apps”, detalla el sitio.
La marcada exclusión del navegador web de la Gran G y su motor de búsqueda se debe a que la Unión Europea ha remarcado que ambos productos han sido “amarrados ilegalmente” a Android, lo cual ha permitido que Google se convierta en un actor preponderante en este sector.
De hecho, este ajuste abre la puerta a que los socios de Google y Android puedan lanzar equipos que funcionen con forks — versiones modificadas a modo — de este sistema. Por ejemplo, Samsung podría lanzar una variante de algunos de sus smartphones para Europa, que en lugar de Play Store utilizase únicamente la tienda Galaxy Apps y en lugar de Chrome solo incluyese su navegador web propietario.
Este movimiento es histórico, destaca el medio, porque Google nunca había cobrado a los OEM por hacer uso tanto de Android como de sus sus aplicaciones, ya que las ganancias para la compañía eran generadas a través de Chrome y su motor de búsqueda web.
Se desconoce cuál será la cuota a cobrar y los parámetros de esta. Por su parte, representantes de la Comisión Europea señala que no es un requisito que Google establezca este pago, pero sí que ajuste sus políticas de manera que cumpla con las reglas estipuladas.