¿Las máquinas pueden sustituir a las personas?

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Los expertos de Steelcase, empresa mundial en diseño para entornos laborales, aseguran que justo en el momento en que las herramientas de machine learning e inteligencia artificial ganan presencia, el pensamiento creativo y el sentido humano se vuelven más relevantes, tanto para las profesionales como para las organizaciones.

Tomando en cuenta que economistas como el fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, describen que, al estar sumergidos en una cuarta Revolución Industrial, la manera en que vivimos, trabajamos y nos conectamos está siendo alterada por la tecnología, los profesionales y líderes se hacen más conscientes de que su creatividad los distinguirá en esta carrera hacia la digitalización.

El reciente estudio Creativity and the Future of Work Survey, realizado en conjunto por Steelcase y Microsoft, revela cifras determinantes que ponen el énfasis en la creatividad: 76% de los trabajadores cree que las tecnologías emergentes cambiarán sus trabajos, lo que requiere que desarrollen más habilidades creativas mientras que el trabajo de rutina se automatiza.

“La tecnología no sólo está siendo conductor para la innovación en aspectos técnicos, sino que conforma un motivador para el pensamiento creativo”, asegura Mario Cantón, director de Customer Experience de Steelcase México. “Esto quiere decir que los tomadores de decisiones necesitan transformar la manera en que las personas trabajan, así como su entorno, con el fin de que habilidades esencialmente humanas, como la creatividad, destaquen”.

Otros autores reafirman que, precisamente, es la capacidad de pensamiento creativo lo que nos distingue de la inteligencia artificial, pues, como describe Tony McCaffrey, CTO de Innovation Accelerator, en un artículo para Harvard Business Review, existe un límite importante en los procesos creativos que una máquina pueda realizar, por lo que la combinación ideal es complementar la inteligencia artificial con el factor humano.

De esta forma, más que ser un disruptor que reduzca el valor del trabajo humano, las compañías tienen la oportunidad de lograr una mayor productividad, innovación y relaciones con su entorno gracias al balance entre personas, tecnología y espacios que fomenten la creatividad.

“Esta ecuación es crítica para las empresas y personas del siglo XXI. Hoy el foco de los tejidos de negocios debe estar en la cultura, así como sumar esfuerzos para crear ecosistemas que logren aprovechar mejor el potencial de la tecnología”, agrega Cantón.

“Las innovaciones digitales nos dan la oportunidad de acercar los negocios con las personas, entender y empatizar con los retos que las compañías y las personas enfrentan”, agrega concluyendo que esta postura da una respuesta contundente a la inquietud ante la inteligencia artificial: más que ser reemplazados, los empleados pueden, gracias a herramientas de automatización, enfocarse en procesos más estratégicos, creando empleados y empresas más inteligentes.