Es muy dificil que a estas alturas un usuario recurrente a internet e incluso cualquier ciudadano del mundo no se haya enterado o al menos escuchado de Kony 2012, sin siquiera profundizar en el tema o informarse a detalle de lo que trata el video elaborado por la asociación Invisible Children.
KONY 2012 es el nombre de un documental filmado por una ONG llamada Invisible Children, la cual pretende ilustrar en menos de media hora, el infierno vivido por los menores en el país africano de Uganda en donde los varones son obligados a formar parte de un grupo militar y las niñas son tratadas como esclavas sexuales. Todo esto, por órdenes de Joseph Kony, el lider del movimiento LRA en Uganda.
Este video lleva hasta el momento 72 millones de vistas en Youtube por lo que no ha pasado desapercibido a los ojos del mundo, incluyendo los ojos mas incisivos que han encontrado supuestas anomalías en el funcionar de esta ONG y de como destina los recursos obtenidos para ayudar en Uganda.
Se sabe que, sólo en las visitas por internet en esta semana, Invisible Children ha recaudado mas de 4 millones de dólares, todo un éxito sin precedente alguno en internet y en Youtube. Lastimosamente, este éxito se ha visto oscurecido por dudas acerca del manejo de los fondos por parte de Invisible Children pues se les acusa de esconder los fondos hasta en un 70% de lo que reciben.
Se sospecha que Invisible Children invierte mas dinero en sus documentales y en las campañas virales que en el trabajo de campo en Uganda, lo que desvirtuaría casi por completo el fin por el cual está luchando la organización.
Una de las acusaciones viene directamente desde el diario británico The Guardian en donde se dice que del ejercicio total del año 2011 de Invisible Children en donde se recaudaron 8 millones de euros, se destinó solamente un tercio de esta cantidad para el trabajo en Uganda.
Por su parte, Invisible Children señala que “todos los documentos financieros de Invisible Children están disponibles on line para todo aquel que desee consultarlos”. Además, enfatizan que “el 80,46% de los fondos a sus programas sobre el terreno, el 16,24% a los gastos de administración y el 3,3% a financiar campañas para la recaudación de fondos”.
Vía La información