En el Centro de Neurociencias de la Universidad de California en Estados Unidos, un grupo de científicos logró borrar de manera exitosa recuerdos en ratones utilizando luz. Esta técnica se conoce con el nombre de optogenética y consiste en propagar luz hacia las neuronas entre otros tejidos vivos para controlarlas.
Hemos visto en la ficción varios ejemplos de pérdida de la memoria controlada, es decir dispositivos controlados por el hombre capaces de borrar los recuerdos de las personas, el ejemplo más claro que me viene a la mente es en las películas “Hombres de Negro” o Men in Black, donde utilizan el neutralizador o Neuralyzer en inglés.
Sin embargo esto podría dejar de ser ficción si se lograran concluir los experimentos en ratones para posteriormente aplicarlo en humanos. La pregunta obligada sería ¿Para que borrar los recuerdos de las personas? ya que la primera impresión sería como algo perjudicial en vez de tener algún beneficio. Pero tal y como explican en la revista Neuron, la idea es lograr eliminar aquellos recuerdos en pacientes con algún trauma psicológico por algún acontecimiento en sus vidas.
Para realizar dicho experimento se utilizaron ratones genéticamente modificados para que cuando se activaran sus neuronas, éstas adquirieran una tonalidad verde fluorescente.
Gracias a este experimento los científicos demostraron que podrían identificar que células intervienen en el aprendizaje, para de esta manera controlar mediante luz si se eliminan o no. Tal y como explicó el investigador Brian Wiltgen:
“La teoría es que el aprendizaje implica un procesamiento en la corteza, y el hipocampo reproduce este patrón de actividad durante la recuperación, lo que le permite volver a experimentar el evento”
El hipocampo (se le llama así por su forma de caballito de mar) es un área relacionada con la corteza cerebral que si se daña puede ocasionar que las personas pierdan décadas de recuerdos.
De esta manera en teoría sería posible poder identificar células del hipocampo relacionadas a ciertos recuerdos, y mediante luz poder apagarlas de tal manera que se pueda evitar recordarlas.
Por el momento solo se ha logrado que los ratones olvidaran ciertos patrones de comportamiento, dado que se les encerró en una jaula y se les dio un choque eléctrico, ocasionando así que por temor dejaran de moverse. Posteriormente se les eliminó ese recuerdo y siguieron corriendo como si hubieran olvidado lo que sucedió.
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